
El futuro de la electroencefalografía (EEG) es prometedor, con avances en tecnología y comprensión que están ampliando su aplicación en la medicina. Se prevé que las técnicas de EEG se integren cada vez más con otras modalidades de imagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI), lo que permitirá a los investigadores y médicos obtener una visión más completa de la actividad cerebral.
Además, la investigación en inteligencia artificial y aprendizaje automático está llevando la interpretación de datos EEG a un nuevo nivel. Estos avances permitirán análisis más rápidos y precisos, mejorando el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones neurológicas.
Se espera que las aplicaciones del EEG continúen expandiéndose, desde la monitorización de la actividad cerebral en entornos clínicos hasta su uso en aplicaciones de consumo, como dispositivos de seguimiento de la salud mental. A medida que la investigación avanza, el EEG no solo será una herramienta de diagnóstico, sino también una plataforma para comprender mejor el cerebro humano y desarrollar intervenciones más efectivas.